Durante la instalación de la plenaria de la Cumbre CELAC–UE, el presidente Gustavo Petro hizo un llamado contundente a construir una relación más equilibrada y justa entre Europa y América Latina. Su intervención se centró en la urgencia de enfrentar la crisis climática, el papel estratégico de la región en la transición energética y la necesidad de replantear los modelos de cooperación internacional.
Petro aseguró que América Latina se ha convertido en una pieza clave para el futuro climático del planeta debido a su biodiversidad, sus bosques y su enorme potencial para desarrollar energías limpias. Sin embargo, advirtió que esta oportunidad no puede traducirse en una nueva etapa de extractivismo, sino en una cooperación tecnológica real, con transferencia de conocimiento, inversión y corresponsabilidad entre ambas regiones.
El mandatario insistió en que el mundo atraviesa un momento decisivo:
“El tiempo para actuar frente a la crisis climática se está acabando”.
Para Petro, la transición energética solo será posible si los países desarrollados asumen su responsabilidad histórica y apoyan a las naciones en desarrollo en la conservación de ecosistemas como la Amazonia.
Además, subrayó que la desigualdad global sigue siendo uno de los principales obstáculos para el progreso. Señaló que América Latina no puede continuar atrapada en economías basadas en combustibles fósiles mientras Europa avanza hacia industrias verdes. Por ello, pidió que la nueva relación CELAC–UE se construya sobre un modelo económico que promueva la justicia social y climática.
Petro propuso una alianza birregional fundada en tres grandes pilares:
- Transición energética justa, con financiamiento y transferencia tecnológica.
- Democracia fuerte, sin dobles estándares y con respeto a la autodeterminación.
- Un nuevo pacto multilateral, que ponga la vida y la sostenibilidad en el centro de las decisiones globales.
El presidente cerró su intervención recordando que la humanidad requiere una acción conjunta inmediata:
“La cooperación no es una opción diplomática; es una necesidad de supervivencia”.
Con este mensaje, Petro buscó posicionar a Colombia como un actor relevante en el debate mundial sobre justicia climática y relaciones internacionales más equitativas.
