Medellín Herald | Denuncia
El saqueo de Medellín: Metro parques, La EDU, Área Metropolitana e Inder como caja menor
Los hermanos Miguel y Daniel Quintero montaron una maquinaria criminal disfrazada de administración pública. Desde las entidades que debían servir a la ciudad Metroparques, La EDU, Área Metropolitana e Inder— desviaron millones de pesos que terminaron en las entrañas del Clan del Golfo y en el negocio más sucio: la minería ilegal de oro en Buriticá.
Ese dinero público que debía invertirse en deporte, parques y desarrollo social, terminó convertido en armas, dólares y oro, lavados a través de una red internacional que hoy mantiene en silencio a los poderosos.
El oro sucio: cómo funcionaba la máquina de lavado
El esquema fue calculado al milímetro:
- La fachada “legal” → Una parte del oro se blanqueaba por medio de la minera SK3.7, que opera la mina Sandra K en Segovia bajo la sombrilla de Arismining, antes llamada Gran Colombia Gold. El nombre detrás: Serafino Iacono, el mismo que le vendió un apartamento a precio irrisorio al hoy presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa.
- El circuito del crimen → La otra parte del oro viajaba por Urabá, terminaba en Panamá y se convertía en dólares. Esos dólares se usaban en México para comprar armas, que volvían a Colombia para fortalecer al Clan del Golfo.
Los operadores de esta maquinaria tienen nombres y apellidos:
- Carlos Mario Márquez Atehortua, gerente de SK3.7.
- Gustavo Adolfo Corrales Restrepo, el enlace de los Quintero con la empresa Segovia Minera Gold SAS, de los hermanos Ronald y Hugo.
Los Quintero hicieron de Medellín su caja fuerte y del oro ilegal su herramienta para financiar violencia.
Explosivos, terrorismo y la complicidad minera
No se detuvieron en el dinero. En las calles se comenta lo que todos temen decir: que la minera SK3.7, bajo el amparo de Arismining, no solo explota oro… también entrega explosivos a los frentes 18 y 36 de las FARC.
¿Casualidad que el pasado 10 de septiembre, Medellín sufriera atentados en Loreto, cerca a Las Palmas?
La relación es demasiado evidente: oro sucio, armas y explosivos que terminan financiando la guerra mientras la ciudad queda saqueada.
La fusión Arismining: negocios entre Serafino, Petro y Roa
El año 2021 marcó otra jugada oscura: la fusión entre Gran Colombia Gold y Arismining, encabezada por Serafino Iacono e Ian Telfer.
Según fuentes, Gustavo Petro empujó esa unión con tres condiciones:
- Serafino seguiría recibiendo utilidades vía Zandor Capital, su empresa en Panamá.
- Con Petro en el poder, tendría influencia en Ecopetrol, asegurada con Mónica de Greiff Lindo, hoy presidenta de la junta directiva.
- El Country Manager de Arismining, Alejandro Jiménez, socio de Aventtus SAS, sería el encargado de legalizar mineros informales en Remedios, Segovia y Buriticá, a la vez que canalizaría el dinero que, según versiones, Petro recibe de la explotación de oro.
No es coincidencia: mientras Petro ataca al sector minero nacional, guarda un silencio sepulcral frente a Arismining y frente a Serafino Iacono.
La verdad que Medellín debe escuchar
Los Quintero convirtieron a Medellín en un botín. Saquearon recursos públicos, montaron negocios con oro ilegal, compraron armas para el Clan del Golfo y permitieron que explosivos terminaran en manos de las FARC. Todo esto con conexiones directas a empresarios internacionales, a Serafino Iacono, a Ricardo Roa y al mismo presidente Gustavo Petro.
Mientras tanto, la ciudad quedó empobrecida, los jóvenes sin oportunidades y la corrupción blindada con millones de dólares en Panamá.
Medellín no puede seguir callando. El robo de los Quintero es el espejo de cómo la política, la minería y el narcotráfico destruyen a un país.

