La terna del Contralor, otro capítulo de la política en Medellín
La elección del nuevo Contralor Distrital de Medellín (2026-2029), lejos de ser un proceso técnico y transparente, se convirtió en otro capítulo de clientelismo disfrazado de meritocracia. La terna que llegó al Concejo está marcada por cuestionamientos que generan más dudas que confianza.
Los nombres sobre la mesa
- Paula Andrea Ortega Escobar: Su perfil suena más a continuismo político que a independencia. aunque es la mas opcionada por su perfil técnico.
- Alina Marcela Restrepo Rodríguez: exsubcontralora y funcionaria con paso por Sapiencia, donde los procesos de control estuvieron rodeados de inconsistencias en contratos de formación. El riesgo de conflicto de intereses es evidente: auditaría entidades donde ella misma tuvo injerencia.
- Luis Eduardo Álvarez Vera: técnico, con trayectoria institucional.
Lo que está en juego
El Contralor de Medellín no es un cargo menor. De él depende vigilar el uso de miles de millones en contratación pública, programas sociales, obras de infraestructura y recursos de Sapiencia y la Secretaría de Educación. Si la persona que llega está atada a favores políticos, la Contraloría se convierte en una notaría de contratos, no en un ente de control real.
Sin filtro
La ciudadanía debe preguntarse: ¿quién de esta terna garantiza independencia real frente a la Alcaldía, al Concejo y a los contratistas que han hecho de Medellín su caja menor?
Medellín merece un Contralor que vigile con rigor.

