El alcalde Federico “Fico” Gutiérrez denunció este jueves una “encerrona” del Gobierno nacional en su contra y afirmó que hace responsable al presidente Gustavo Petro de lo que pueda ocurrir en la capital antioqueña. A renglón seguido, prohibió a sus funcionarios asistir a la reunión convocada por voceros del Ministerio del Interior, en el Politécnico desde donde salieron los encapuchados de antier.
¿Qué pasó y qué decidió la Alcaldía?
De acuerdo con los reportes de prensa, la Administración de Medellín recibió una citación del MinInterior tras los disturbios y tensiones por marchas pro-Palestina. La respuesta de Gutiérrez fue tajante: “nadie de la Alcaldía va a esa encerrona”, señalando que cualquier diálogo debía hacerse en la Alcaldía o en el PMU (Puesto de Mando Unificado) y no en escenarios que según él buscarían “generar desorden”.
La acusación: “Hago responsable a Petro”
El mandatario local dijo “hago responsable a Petro y a sus funcionarios de lo que pueda ocurrir en Medellín”, acusando al Gobierno de “incitar al odio” en un clima de alta polarización. En X (antes Twitter) reiteró que se vienen meses difíciles, pero que mantendrá su posición de oposición.
Protestas y choque de narrativas
La controversia ocurre tras las protestas propalestinas en Medellín y denuncias de uso indebido de civiles/gestores en la contención de disturbios, hecho que alimentó el cruce de señalamientos entre la Alcaldía y la Casa de Nariño, y encendió el debate sobre derecho a la protesta, orden público y límites del poder local.
¿Qué viene ahora?
- Canales de diálogo: la Alcaldía insiste en que cualquier reunión sea en sede oficial y con trazabilidad pública (PMU).
- Investigaciones y veeduría: se esperan definiciones judiciales y disciplinarias alrededor de los hechos recientes, junto con mayor transparencia en indicadores de seguridad.
- Escenario político 2026: el choque Fico–Petro proyecta impacto nacional de cara a las presidenciales, reforzando el rol de Medellín como plaza decisiva del debate público.
Gutiérrez elevó el tono contra el Gobierno, cerró la puerta a la reunión con MinInterior y subió el costo político del conflicto. El foco estará en si las partes habilitan un canal institucional verificable que evite más escaladas y vuelva medibles las decisiones sobre seguridad y convivencia en Medellín.

