Daniel Quintero volvió a jugar a la sorpresa: anunció su retiro de la consulta del Pacto Histórico a once días de la votación, alegando “inseguridad jurídica” por el giro del CNE hacia una consulta interpartidista. ¿Resultado? Ruido, costos políticos y cero responsabilidad asumida por quien encendió la chispa. La contienda sigue con Iván Cepeda y Carolina Corcho; el proceso no se cayó.
EL drama
La Registraduría fue categórica: no habrá reimpresión de tarjetones. Ya está impreso el 100% del material y no hay ni tiempo ni presupuesto para la pirueta logística que piden desde el Pacto. Punto.
¿Quién paga la improvisación?
Quintero intenta vender su retiro como “defensa de garantías” camino a marzo (Frente Amplio). Pero la factura de su movida la terminaría pagando el erario si se reimprimiera material cosa que, repetimos, no pasará. Mientras tanto, el bloque queda fracturado y con narrativa de caos autoinfligido.
Lo que sí está claro hoy
- La consulta del 26 de octubre va con Cepeda y Corcho.
- El CNE ratificó que el Pacto no puede usar su logo: es un proceso interpartidista, no la primaria de un partido único consolidado.
- La MOE advirtió implicaciones jurídicas por la renuncia en plena ruta electoral.
Politización del procedimiento
No es la prensa: son los hechos. El enredo viene de decisiones parciales del CNE que excluyeron a Colombia Humana y Progresistas en la fusión, lo que dejó al Pacto sin una personería única y abrió la caja de Pandora sobre inhabilidades entre la consulta de octubre y la de marzo. De ahí el show.

