El Centro Democrático hierve: Fabio Valencia Cossío entra de frente en la pelea interna del uribismo
La división al interior del Centro Democrático ya no es un secreto. La militancia está partida y los precandidatos no logran unirse bajo una sola bandera. En medio de ese ambiente crispado, el exministro Fabio Valencia Cossío decidió mover sus fichas con fuerza: en reunión con el expresidente Álvaro Uribe Vélez, su equipo planteó dos exigencias que sacuden la interna del partido: adelantar la encuesta a noviembre y reducir el número de precandidatos.
Según reveló, Uribe convocó la semana pasada a una reunión con los aspirantes para el lunes. El objetivo oficial era escucharlos, pero la jugada se convirtió en un verdadero ring político. Allí, los hombres de confianza de Valencia Cossío fueron claros: “la militancia está muy dividida” y el partido no puede darse el lujo de llegar a 2026 con una guerra fratricida.
La apuesta de Valencia
Con esta movida, Fabio Valencia busca lo que en privado muchos en el uribismo murmuran: filtrar nombres y concentrar fuerzas. La encuesta, que algunos veían para comienzos de 2026, pasaría a noviembre de este año, obligando a los aspirantes a mostrar resultados inmediatos. Y con menos precandidatos, se facilitaría la consolidación de un bloque fuerte frente a Petro y sus aliados.
Uribe, entre la espada y la pared
El expresidente, que sigue siendo el gran árbitro del Centro Democrático, quedó en una posición incómoda. Si respalda la presión de Valencia, arriesga críticas de sectores que piden más apertura. Si la rechaza, alimenta la narrativa de un partido sin rumbo, incapaz de cerrar filas alrededor de un líder.
Militancia al rojo vivo
Lo cierto es que la base del partido está impaciente. La división no solo es visible, también peligrosa: mientras unos se alinean con figuras como Paloma Valencia o María Fernanda Cabal, otros exigen una baraja más amplia. Pero cada semana que pasa sin decisión, la fractura se profundiza.

