La elección del nuevo magistrado de la Corte Constitucional se ha convertido en un campo de batalla político que anticipa tensiones crecientes de cara a las elecciones presidenciales de 2026.
Empate que recalienta el tablero político
La votación en el Senado está tan reñida que, según Reporte Coronell en W Radio y medios como Infobae, ambos aspirantes —Carlos Camargo, exdefensor del Pueblo, y María Patricia Balanta— acumulan 52 votos cada uno, generando incertidumbre total.
Polarización que anticipa 2026
El presidente Gustavo Petro elevó el tono del debate asegurando que la decisión del Senado definirá una “alianza con sectores que apoyan el fascismo” si Camargo resulta elegido, y recalcó que esta nominación podría sentar un precedente peligroso para los equilibrios políticos futuros.
La alta corte como escenario de poder
El efecto de esta disputa va más allá de lo inmediato. Una victoria de Balanta podría inclinar la Corte Constitucional hacia el Gobierno, lo que según opositores confirmaría una alianza estratégica con el Congreso, generando un precedente para la influencia del Ejecutivo en decisiones judiciales clave.
Lo que está en juego
- Independencia judicial vs. afinidad política: Este pulso refleja la tensión entre la institucionalidad y las lealtades partidistas.
- Precedente para 2026: El éxito o fracaso en este episodio podría proyectarse como una señal de fuerza o debilidad política de cara a la campaña presidencial.
- Potencial fractura legislativa: La formación de alianzas, presiones y cambios de voto en el Senado indican un escenario volátil que podría replicarse en la contienda por la Casa de Nariño.
