¿En un escenario que debería haber sido exclusivamente deportivo, política e indignación se entrelazaron cuando Daniel Quintero —exalcalde de Medellín y precandidato presidencial irrumpió en el Estadio Metropolitano Roberto Meléndez con una bandera que decía “Fuerza Petro”, coreando ese mensaje junto a un grupo de seguidores. El gesto cortó la celebración de la clasificación al Mundial y encendió una discusión sobre la politización del fervor popular.
Lo que debía ser una fiesta deportiva en el Estadio Metropolitano Roberto Meléndez terminó convertido en un escenario político cuando el exalcalde de Medellín y precandidato presidencial, Daniel Quintero, apareció con una bandera que decía “Fuerza Petro” y comenzó a corear la consigna junto a un grupo de seguidores.
El hecho interrumpió la celebración de la clasificación de la Selección Colombia al Mundial y rápidamente se desató la polémica en redes sociales y medios de comunicación.
Deporte convertido en tarima política
Quintero, cercano al presidente Gustavo Petro y activo en el movimiento del Pacto Histórico, usó un espacio masivo para enviar un mensaje político en medio de la euforia deportiva. Lo que para sus seguidores fue un gesto de respaldo al mandatario, para muchos asistentes y analistas resultó una instrumentalización indebida del fervor popular.
Reacciones divididas
- Medios destacaron la indignación de ciudadanos que consideraron irrespetuoso mezclar la política con un evento deportivo.
- Vanguardia reportó que el gesto se sintió como una provocación en un momento en que la población quería celebrar una victoria nacional, no escuchar consignas partidistas.
En redes sociales, simpatizantes del Pacto Histórico celebraron la acción, mientras que críticos la catalogaron como una muestra más del “populismo político” que busca capitalizar cualquier escenario para fortalecer la figura de Petro.
Un precedente preocupante
El episodio evidencia un patrón que preocupa a distintos sectores: el uso de espacios neutrales —como el deporte, la cultura o la educación— para promover agendas ideológicas. Para los críticos, esto erosiona la convivencia y divide a los colombianos en escenarios que deberían ser de unión.
El grito de “Fuerza Petro” en el Metropolitano de Barranquilla no pasó desapercibido. Más allá de la polémica coyuntural, deja al descubierto la tendencia de ciertos líderes políticos a politizar cualquier espacio público, incluso aquellos que deberían permanecer al margen de la confrontación partidista. Lo que debía ser un día de celebración futbolera terminó convertido en un nuevo episodio de polarización.

